1.3.06

Una decisión sensata













El pasado 27 de febrero, el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea adoptó la sensata decisión, propuesta por la Comisión Europea, de transferir fondos a Palestina lo que contribuye, sin duda alguna, a aliviar la presión en la zona, y no sólo en el interior de Palestina.
No puede, en efecto, calificarse más que como sensata una decisión que no tiene nada de desestabilizadora, ni de ayuda a terroristas, ni de agresiva frente a Israel, sino que tiene que producir el resultado, absolutamente diferente, de permitir la calma, aliviados las más urgentes necesidades financieras de la Autoridad Nacional Palestina en estos momentos.
Los 121.500.000,00 € aprobados se desglosan en tres paquetes diferenciados. El primero, de 40 millones, pasará directamente a la administración israelí en pago de las facturas de energía y servicios debidas por la ANP. El segundo, de 64 millones, se destina a finalidades de sanidad y educación, y será administrado por la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para la ayuda a los refugiados palestinos). El tercero y último, de 17,5 millones, pasa a la Autoridad Nacional Palestina para el pago de los salarios de los funcionarios de esta administración, que fundamentalmente son los dedicados a la educación primaria y secundaria, personal sanitario y fuerzas de seguridad.
Para valorar adecuadamente la importancia del pago de estos salarios debemos de tener en cuenta la situación de empleo en Palestina (en datos aproximados, un 45 % de desempleo en Cisjordania, y un 75 % de desempleo en Gaza), provocada, entre otras causas, por la prohibición de trasladarse a Israel que afecta a decenas de miles de trabajadores palestinos. Ello supone que los salarios que ahora podrán pagarse,constituyen una parte importantísima de los ingresos por trabajo que permiten subsisitir a la población civil palestina.
Parece claramente sensato no permitir que la situación de la población se vuelva desesperada; permitir con ello una situación de calma, bastante más que relativa, que favorece la deliberación y la búsqueda de soluciones justas y posibles al conflicto existente; y evitar, posiblemente, actos de exasperación que no lograrían más que aumentar la tensión y alejar las perspectivas de solución negociada.
Acabo de recibir el Humanitarian Update de varias agencias de NNUU, referido a los Territorios Palestinos ocupados, de fecha enero de 2006, y considero que la aséptica y neutral información de los problemas que el cese de los flujos financieros puede provocar en la población palestina, debe de servir de base a nuestra reflexión sobre la situación.
Falta ahora que la sensatez de los actores internacionales se mantenga en el tiempo, y aumente el número de sujetos que actúen a su dictado.